El trabajo es de Jesús Mateos Blanco, urólogo del Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida



16 feb. 2011 17:35H
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Jesús Mateos Blanco, autor de la tesis.

Redacción. Mérida
Los factores genéticos son los responsables del 10 por ciento de las causas de infertilidad masculina y las microdelecciones del cromosoma y son la anomalía estructural más frecuente.

Así se concluye en una tesis doctoral elaborada por el urólogo del Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida (Cerha) Jesús Mateos Blanco, que ha realizado desde la Universidad de Extremadura una investigación de cinco años en la que ha estudiado este tipo de anomalía cromosómica basada en la pérdida de material genético.

El objetivo del estudio ha sido conocer la prevalencia de este problema genético en los pacientes del Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida y saber cuál de las tres microdelecciones posibles es la más frecuente, según informa la UEx en nota de prensa.

Según Mateos el autor de la tesis, este problema se manifiesta en hombres con un déficit de espermatozoides, ya que “en aquellos pacientes que tienen un número mayor a 5 millones de espermatozoides por mililitro es muy raro que este problema genético esté presente”.

De esta forma, para la investigación se realizaron varios estudios médicos a los pacientes y sólo los varones que tenían una azoospermia (ausencia de espermatozoides en esperma eyaculado) u oligozoospermia severa (baja cantidad de espermatozoides) eran candidatos a este tipo de investigación.

Más de un centenar de pacientes

En concreto, el estudio se ha realizado con una muestra de 107 pacientes del Cerha y los resultados mostraron que un 3,7 por ciento de ellos padecía esta anomalía, concretamente la que afecta a la región AZFc del cromosoma Y.

En este caso, Jesús Mateos ha explicado que “cuando este problema lo tiene un hombre, si es capaz de reproducirse a pesar del número tan deficiente de espermatozoides, en caso de tener un hijo varón, éste heredaría la anomalía”.

Mateos ha aclarado que “uno de los riesgos que puede existir si estos pacientes consiguen reproducirse, reside en que el problema genético se vaya expresando cada vez más a lo largo de generaciones, sin que se tenga conocimiento todavía de cuál puede ser su alcance”.

Sin embargo, ha apuntado que “hasta ahora no ha habido comunicación de malformaciones ni incidencias”, y en la mayoría de los estudios realizados “se ha demostrado que los nacimientos han sido de niños sin problemas”.

La tesis ha sido dirigida por los profesores Carlos Domínguez Bravo y Santiago Sanjuán Rodríguez, del Departamento Terapéutica Médico-Quirúrgica de la Universidad de Extremadura.

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