La Generalitat quiere generalizar este plan aunque solo hace un año que se ha implementado. Su aplicación permitirá un ahorro de 1,5 millones de euros



17 mar. 2013 18:47H
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Joaquim Casanovas, gerente del ICS.

Redacción. Barcelona
Los centros de atención primaria (CAP) de la ciudad de Barcelona se han sumado a la tendencia anglosajona de 'desprescribir' fármacos innecesarios a los pacientes, especialmente a aquellos que ingieren más de una decena diarios, en el marco de un plan piloto que se empezó a aplicar a mediados del 2012.

Así lo ha explicado el director del Servicio de Atención Primaria (SAP) del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Rafael Ruiz, que ha destacado los resultados "positivos" del plan de desmedicación, que la Generalitat quiere generalizar, cuando aún no hace un año de su implementación.

La "desprescripción" consiste en retirar fármacos, cuya evidencia no está demostrada, tras constatar que no sólo no aportan ningún beneficio, sino que, además, provocan un riesgo adicional, resumió Ruiz, que ha descartado que el objetivo de la medida sea puro ahorro.

Tras constatar que 30.000 pacientes del área de Barcelona toman más de diez fármacos al día - el 3 por ciento del total -, la gerencia se propuso intentar reducir la medicación innecesaria en cuatro áreas: colesterol, osteoporosis, medicación contra el Alzheimer y antiulcerosos.

En el caso del colesterol, los hipolipemiantes se recetan para pacientes con riesgo de sufrir un accidente cardiovascular en diez años, y no están demostrados sus beneficios en usuarios de más de 85 años que no han sufrido antes un infarto o un ictus, ha ejemplificado Ruiz.

Además, los médicos de cabecera aconsejan evitar los bifosfonatos prescritos contra la osteoporosis, en el caso de pacientes menores de 60 años que no hayan sufrido ninguna fractura en los últimos cinco años, porque, de hecho, su ingesta prolongada puede provocar precisamente el efecto contrario, ha revelado. Con el consentimiento del traumatólogo, estos pacientes son invitados a hacer un paréntesis de medicación de un mínimo de cinco años y siempre sometido a revisión, según ha resaltado Ruiz, que también ha bromeado con combatir la "buena imagen del omeprazol", contra las úlceras estomacales.

Ruiz ha defendido que la adherencia mejora cuantos menos fármacos se toman, e indicó que la aplicación anual de este plan permite un ahorro de 1, 5 millones de euros, aunque el objetivo principal no sea éste.

En casi un año de implantación, el proyecto ha logrado desmedicar un 50% de los pacientes de osteoporosis - los potencialmente afectados por el plan -, el 30% de las personas con demencia, el 20% de colesterol y un 15% de los que consumen antiulcerosos.

Plan paralelo

El objetivo es alcanzar un éxito entre el 60 -70 por ciento de los pacientes afectados por los citados criterios, aunque el plan también nació con otro proyecto paralelo dirigido específicamente a personas mayores de 65 años que consumieran más de 10 fármacos.

Los médicos de cabecera llevan a cabo una tarea de revisión de todos estos pacientes a través de una base de datos facilitada por el ICS y estudian, tras una formación impartida, qué posibilidades existen para "desprescribir" medicinas después de una "solución de consenso".
 

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