F. E. / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
Lens ha explicado que España es el país más generoso en cuanto a la prestación farmacéutica, (financia el 75 por ciento de los fármacos ambulatorios y el 90 de los hospitalarios) por lo que debía plantearse el control del gasto; contexto, este, en el que nacen medidas como el RDL 16/2012. Si bien, a su juicio, “aún con los recortes seguiremos siendo el sistema más generoso en prestación farmacéutica”.
Los recortes en esta partida no son nuevos, ha añadido Lens, que ha mencionado que el máximo de gasto farmacéutico se dio en 2009, con 12.000 millones netos, mientras que se ha cerrado 2011 con 11.000 millones. Además, ha puntualizado que si se toma como referencia 2004, el gasto farmacéutico era de 7.000 millones, “un 70 por ciento de incremento a lo largo de ocho años y el PIB no ha crecido ni de lejos en estas magnitudes. Así pues, había que hacer algo”.
Postura de la industria Ha compartido mesa con Lens, José Antonio Sacristán, director médico de Lilly, que ha basado su exposición en tres premisas previas: la industria debe contribuir a la sostenibilidad del sistema; el precio y la financiación en función de la utilidad terapéutica es algo lógico, y que la evaluación de los medicamentos debe hacerse con criterios específicos. Este experto ha descrito los criterios que a la industria le parecen necesarios a la hora de evaluar el grado de innovación y el grado de utilidad. Según Sacristán, las evaluaciones han de ser objetivas, transparentes y se ha de conocer los procedimientos que se han a utilizar. Además, no cree que deban durar más de 120 días (en línea con la Comisión Europea) y ha asegurado que es importante la reevaluación, ya que con la práctica clínica aparecen nuevos datos de efectividad. “Hasta ahora el mundo de los reguladores y los financiadores ha sido diferentes, con requisitos distintos. Ahora el futuro pasa por que hablen desde el principio y se pongan de acuerdo sobre los criterios que van a solicitar a las compañías farmacéuticas para desarrollar nuevos medicamentos. Es inviable que desarrollemos medicamentos en función de unos criterios y luego a la hora de financiarlos los criterios sean diferentes”, ha concluido. |