El pacto se firmó por un margen muy estrecho de votos, que dejó un sabor amargo, según fuentes de Careir



19 nov. 2013 13:57H
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Hiedra García Sampedro.
La representación MIR cobra fuerza en momentos puntuales de discordia o reivindicación. Así fue hace un año en Andalucía, cuando se creó la Coordinadora Andaluza de Representantes de Especialistas Internos Residentes (Careir), que aglutinó las diferentes protestas de los EIR que acabaron en una huelga indefinida y en un pacto con el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Un acuerdo aprobado por un margen muy estrecho de votos, que dejó un sabor amargo, pero cuyas promesas aún se mantienen “y no se han incumplido”.

Integrantes de Careir: Alberto Amador, Javier López González, Julia Ruiz y Pedro Moya.

La vida media de un residente es de cuatro años, por lo que es complicado que una estructura de representación se asiente. Careir intenta mantenerse estableciendo un nexo de comunicación entre los EIR a través de las nuevas tecnologías. Además, está trabajando en un proyecto común con el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos que permita la integración del EIR dentro de los mismos y cuenta con el apoyo del Sindicato Médico Andaluz.

Los residentes son un colectivo “individualista”, según han comentado a Redacción Médica fuentes de Careir; sin embargo, hace un año se vio una respuesta uniforme y coordinada a una situación que consideraban injusta, y que derivó en un sentimiento de pertenencia grupal por parte de los EIR que “jamás había existido.” El mayor logro de los residentes fueron los acuerdos en materia formativa y la creación de un Estatuto Andaluz del Residente que está en proceso de aprobación.

En materia formativa, se consiguió la promesa de unificar los planes formativos de las especialidades para garantizar la igualdad de oportunidades entre los residentes y la calidad de la formación especializada en Andalucía. También se firmó el compromiso de hacer cumplir la legalidad vigente en materia de supervisión y asunción progresiva de competencias del EIR. En cuanto a las guardias, se respetaría el saliente de guardia como un derecho del trabajador y un acto de responsabilidad con los pacientes. Finalmente, se estableció que debería existir una homogeneidad de criterios en la aplicación de las diferentes normativas dentro de la comunidad autónoma independientemente del funcionamiento del SAS mediante unidades de gestión clínica.

Para poner en marcha todos estos proyectos se crearon cuatro grupos de trabajo específicos.  “Podemos decir que desde ese momento la comunicación ha sido muy fluida entre ambas partes y que todas las incidencias que nos han ido llegando han sido atendidas de inmediato y resueltas en muy poco tiempo”, aseguran fuentes de Careir, quienes subrayan que por el momento todos los acuerdos alcanzados se mantienen “y no hay promesas incumplidas.”

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