Javier Leo. Madrid
Siguiendo la estela del ISCIII, sus dos agencias más importantes, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) también arrojaron resultados negativos en 2010. La caída más sonora ha sido la de este último, que ha pasado de ingresar 31 millones de euros por su actividad en 2009 a tan solo 13 en el pasado ejercicio. Este recorte, unido al aumento de los gastos de personal y a la bajada de las subvenciones, ha dejado al CNIC con un saldo negativo que supera los 9 millones de euros. Menos espectaculares son las perdidas del CNIO, que ha pasado de ganar 2,5 millones de euros en 2009 a perder 139.000 euros el pasado ejercicio, debido principalmente a pequeños aumentos en los gastos de la agencia. En la misma línea, el buque insignia de la investigación en España, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha dejado de ser rentable en 2010 con unas pérdidas de 3,3 millones de euros. A pesar de reducir los gastos en prácticamente todos los capítulos, en el CSIC se han echado en falta los casi 60 millones de euros que ha dejado de ingresar en prestaciones de servicios y subvenciones. Otra de las grandes agencias españolas, en este caso reguladora y no de investigación, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), también ha publicado los resultados de sus cuentas en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En este caso, el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha logrado salvar la cuenta final con un ahorro de 27 millones de euros (13 menos que en 2009). Sin embargo, sorprende el descalabro en las subvenciones, que pasaron de 274,5 a 83 millones (dos tercios menos) en 2010. |