La OMC aguarda a la Ley de Colegios para finiquitar la ‘rebelión catalana’

Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
La rebelión de los colegios catalanes contra la Organización Médica Colegial (OMC), en forma de rechazo a los próximos presupuestos durante la asamblea del pasado sábado, aún colea. El ente nacional tiene una posición muy firme y aguarda que la aprobación de la futura Ley de Colegios Profesionales de España ponga punto y final al conflicto abierto.
Con ella, y al tener un carácter estatal, no habría lugar a la reivindicación expresada por el presidente del Colegio de Barcelona, Jaume Padrós, que apela a una bilateralidad ‘OMC-colegios catalanes’.

Sin embargo, el ‘no’ de los colegios fue significativo y llamó la atención a no pocos presidentes colegiales, ya que, en verdad, y según han afirmado diversas fuentes consultadas por este periódico, no se puso sobre la mesa justificación del rechazo. De hecho, los representantes de Tarragona y Lleida no se pronunciaron al respecto, y solo mostró públicamente su postura contraria, ajena a los intríngulis de las cuentas, Padrós.

¿Qué podría zanjar el dilema que ya empieza a ser más que recurrente en cuanto a la supuesta bilateralidad entre la OMC y los colegios médicos a la que apelan estos últimos? Los máximos responsables de la OMC lo tienen claro: la aprobación de la ley estatal de colegios profesionales. “Lógicamente, si existe una ley de colegios profesionales estatal, será obligatoria para todo el territorio nacional. Como todavía no la hay, puede ocurrir que en una autonomía tengan una ley aprobada, pero que no afecte al Estado español, que debería tener, como hemos dicho, su propia ley, y, por lo tanto, algún colegio o consejo autonómico pueda permitirse decir algo que no siendo verdad, pudiera parecerlo”, expone a Redacción Médica Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC.

Pendientes de la norma española

Este responsable del ente médico nacional no quiere entrar a valorar si se está elevando el tono de las reivindicaciones de ‘bilateralidad’ desde Cataluña, pero sí tiene claro que, desde la OMC, hay una posición muy firme y con argumentos sólidos. “Ellos argumentan la ley de colegios profesionales catalanes, pero creo que ésta servirá para su ordenación en Cataluña. Nosotros estamos pendientes de una ley (estatal) que por mandato europeo tenemos que sacar lo antes, y esa será la única válida. Hasta donde yo llego, Cataluña no deja de ser miembro del Estado español”, ha expresado el secretario general de la OMC.

En este sentido, Garrote reconoce que la postura mantenida durante Padrós sí que causó “sorpresa” entre la mayoría de los asistentes. Y no solo eso, sino que incluso asistiera, ya que esta era la segunda ocasión en la que acudía a la asamblea desde que fue nombrado presidente del colegio barcelonés, al tiempo que ha recordado que esta organización está provocando un problema burocrático a la OMC. “La verdad es que en, este momento, a nosotros Barcelona en concreto nos está enviando los datos de sus colegiados en papel y nos está ocasionando algún problema de control y registro”, asevera.

El vocal de Atención Primaria Rural de la OMC, el catalán Josep Fumadó, también ha mostrado su opinión sobre el ‘choque’ del otro día y ha lamentado la situación. “La relación que debe tener Barcelona tiene que ser la misma que la que tienen, por ejemplo, Ávila, Sevilla o Castellón. No puede tener una relación especial dentro del marco legal diferente de la que tienen los demás”, afirma.

De hecho, Fumadó no se anda por las ramas y hace clara alusión al tema político nacional. “Entiendo que es un tema histórico y entiendo que hay un matiz político. Pero somos profesión y Barcelona tiene que cumplir como todos los colegios de España”, indica, para después reivindicar: “Lo primero que tiene que hacer Barcelona es pagar sus cuotas”.

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