El desconocimiento de Medicina de Familia por los estudiantes, clave de las plazas MIR vacantes

Marta Rodríguez de S. Saez / Elisa Ambriz Maya
Otro año más, los estudiantes de Medicina recién salidos de la facultad vuelven a dar la espalda a la Atención Primaria. Así se refleja en las 267 plazas MIR de Medicina de Familia que han quedado vacantes en la primera vuelta de asignación de puestos para residentes. “Es la demostración palpable de que no se están haciendo las cosas bien en la especialidad”, declara Julio Zarco, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

Julio Zarco

Y de nuevo, las causas de este desinterés son las mismas que en años anteriores. Así, tal y como ha señalado el presidente de Sermegen a Redacción Médica, “la razón fundamental por la que no se elige Medicina de Familia es porque los recién licenciados no la conocen”, una opinión que comparte la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), según apunta la responsable del área Mir, Juana Sánchez, quien afirma que “si el estudiante sólo conoce la Medicina Hospitalaria, evidentemente se decantará por cualquier de sus especialidades a la hora de escoger”. Del mismo modo, desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), su presidente, Josep Basora, precisa que “en el pregrado, la Medicina de Familia es desconocida. En muchas universidades españolas no se da importancia a la especialidad y no existe una asignatura como tal”.

Así, Basora ha mencionado que se está empezando a dar repercusión a la materia con el Plan Bolonia, y que “la idea del Consejo Nacional de Especialidad Médicas es que con el proyecto de la creación de la troncalidad de la reforma del sistema especializado médico se hicieran dos años troncales en los cuales los médicos licenciados puedan conocer todo aquello que en el grado no hayan aprendido, como la Medicina de Familia”. “Tenemos la seguridad de que si conocieran la materia, muchos de ellos la escogerían”, ha agregado.

Josep Basora.

Otro factor que influye en el escaso interés de los MIR es que esta especialidad no les resulta atractiva. Según Zarco, “un médico de familia no tiene una clara perspectiva de su desarrollo profesional; tenemos una retribución pequeña en comparación de nuestros compañeros que ejercen en otras áreas, como puede ser ginecología, cirugía, cardiología, etc.”. De la misma opinión es Juana Sánchez, quien a esta menor retribución le suma “los malos contratos”. “Los residentes que salen se van a las Urgencias en los hospitales, en lugar de a los centros de salud, porque allí les ofrecen un contrato indefinido y en Atención Primaria sólo de uno o dos meses”.

Además, la situación actual de la Atención Primaria no ayuda a cambiar este panorama. La sobrecarga que sufren los profesionales de este nivel asistencial, con exceso de trabajo burocrático y consultas saturadas, es otro de los condicionantes a la hora de escoger cualquier otra especialidad, según explica Sánchez.

Juana Sánchez.

“Se trata de un problema que llevamos arrastrando desde hace más de 20 año, y, año tras año, vamos observando cómo se repite esta historia”, destaca Zarco, al igual que Sánchez, quien precisa que los informes de las sociedades científicas de Primaria no cambian de un año para otro respecto a este tema. “En análisis es siempre el mismo: la Medicina de Familia es todavía desconocida por los estudiantes y la AP resulta poco atractiva para nuestros licenciados”.

La plaza MIR, sobredimensionada

Por otra parte, el presidente de Semfyc ha dicho que hay un posicionamiento de las sociedades de Primaria, que es el de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina de Familia, donde se garantiza “que la plaza MIR, con casi 7.500 plazas, está sobredimensionada”, y ha añadido que “se debería adaptar a 5.000 plazas o incluso al número de licenciados en medicina que acaban cada año”.

Asimismo, Basora ha declarado que “si no se adapta la especialidad, tendremos cada año vacantes sin poder cubrir con médicos extranjeros”.

Por su parte, Sánchez insiste en la necesidad de hacer una política clara de apuesta por la Atención Primaria. “En las encuestas de satisfacción, los baremos más altos están en AP; los pacientes valoran muy positivamente a sus médicos de familia, pero las autoridades sanitarias siguen sin apostar por ella”.