El subdirector académico elogia la figura precursora del investigador Ramón y Cajal



4 jun. 2013 13:18H
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Ismael Sánchez. Madrid
Hay mucho que reflexionar y debatir sobre la sostenibilidad del sistema sanitario, la economía del envejecimiento o las necesidades asistenciales de los ciudadanos del siglo XXI, por citar sólo tres grandes bloques de evidente actualidad y sobre los que, de hecho, ya se viene opinando con frecuencia. La Fundación Ortega-Marañón también quiere incorporarse a esta corriente y contribuir a la pujanza de un debate “que nos afecta a todos, porque todos vamos al médico y la sanidad es una de las grandes preocupaciones de la sociedad”, sostiene el historiador Antonio López Vega, subdirector académico de la Fundación.

Antonio López Vega.

Nacida de la fusión de las fundaciones José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón, la nueva institución integra el conocimiento y la difusión de dos de las más importantes personalidades españolas del siglo XX.  “Es preciso volver al diálogo entre las ciencias y las humanidades, que tienen más punto en común que diferencias”, opina López Vega en conversación con Redacción Médica. “La Medicina, por ejemplo, está enfocada hacia el ser humano y es importante potenciar ese enfoque. Por tomar una frase muy marañoniana: no hay enfermedades sino enfermos, lo que nos conduce a la Medicina personalizada”.

La preocupación social y nacional en torno a la Medicina y la sanidad viene de Marañón y de Ramón y Cajal, “el primero desde una perspectiva asistencial  y el segundo más preocupado por la investigación”. Marañón es de los primeros profesionales que advierten que la Medicina es una cuestión social en la que “los poderes públicos tienen que llevar la voz cantante y, llegado el caso, intervenir”.

López Vega, que acaba de obtener el Premio Julián Marías para jóvenes investigadores menores de 40 años que concede la Comunidad de Madrid por sus estudios sobre la figura de Marañón, cree en las bondades del actual modelo sanitario, pero también está convencido de que es posible su mejora, “aunque es una cuestión muy compleja de acometer, y más en un momento de crisis como el presente”.

Un instituto como motor de la actividad

La fundación se apoya en el Instituto Universitario, adscrito a la Complutense de Madrid, para amplificar su dimensión y alcance científico y divulgativo. “Aquí se leen del orden de 30 tesis doctorales al año, tenemos ocho másteres oficiales y procuramos mirar permanentemente al mundo contemporáneo, sus preocupaciones y necesidades”.

Respecto a la situación actual del sistema sanitario en España, López Vega dice que no cree que haya nadie ajeno a este debate. “Los que hemos vivido fuera de España sabemos que aquí hay un gran modelo, con centros y profesionales excelentes. He podido comparar lo que existe en países de nuestro entorno y creo de veras que nuestra sanidad es sencillamente envidiable”. Eso sí, advierte problemas, y no solamente desde la perspectiva económica. En esta esencial tarea de buscar respuestas, entiende que a los primeros que hay que preguntar es a los profesionales, “puesto que ellos son los más capacitados”.

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