Tres centros americanos y 27 europeos prueban esta nueva terapia



14 oct. 2013 12:02H
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Redacción. Valencia
El Hospital La Fe ha implantado un novedoso dispositivo, dentro de un ensayo clínico internacional, que estimula el corazón por medio del nervio vago en dos enfermos con insuficiencia cardiaca de 50 y 54 años que presentaban “un gran deterioro físico” y que “no podían llevar una vida normal porque al mínimo esfuerzo les faltaba el aire”.

Melchor Hoyos, gerente de La Fe.

La operación se desarrolló sin ninguna complicación y los pacientes presentan una evolución “muy buena”, según ha informado el responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del centro, Luis Almenar, quien ha destacado que la comunidad médica ha depositado “grandes esperanzas” en este nuevo dispositivo.

Esta tratamiento se enmarca dentro del ensayo clínico Nectar (Neural Cardiac Therapy for Heart Failure Study), del que forman parte tres centros americanos y 27 europeos, entre ellos el Hospital La Fe, para evaluar este dispositivo, que estimula el nervio vago y que va al corazón mediante impulsos eléctricos. El cirujano vascular es quien coloca este implante sobre el cuello con un muelle.

Al respecto, Almenar ha explicado que la insuficiencia cardiaca es una patología cada día más prevalente, que se produce cuando el corazón no tiene la capacidad suficiente para bombear sangre y satisfacer las necesidades del organismo, y que se calcula que puede afectar a casi 10.000 personas por millón de habitantes, lo que cada año aparecen 2.000 nuevos casos por millón de habitantes.

Así, ha señalado que el problema de esta enfermedad es que presenta una “gran mortalidad”, y además es “muy invalidante” ya que los pacientes que la sufren tienen “una calidad de vida muy mala” y “están condenados al reposo”. Además, para el sistema sanitario supone un coste “muy elevado” porque estos pacientes suelen tener un índice de reingreso “muy alto”.

En concreto, ha destacado que este dispositivo, del que “no hay antecedentes en la literatura médica”, está indicando para personas “con mucho deterioro físico y cardiaco” y que “reingresan con mucha frecuencia” ya que “pese a la medicación que se les receta no consiguen llevar una vida normal, ya que deben permanecer en reposo”.

Sin embargo, ha narrado que para este tipo de pacientes “no había nada parecido hasta la fecha”, ya que los marcapasos se colocaban para prevenir las arritmias, pero con este dispositivo “se estimulan los nervios que van al corazón”.
20 minutos de intervención

Así, en la primera intervención, llevada a cabo por un cirujano vascular, se contó con el asesoramiento de un experto estadounidense, que supervisó el proceso durante los 20 minutos que duró la intervención en la que no hubo “ninguna complicación”.

Almenar ha indicado que la primera de ella se practicó hace dos mes y, la segunda, hace un mes, y que ambas presentan una evolución “muy buena” ya que ahora pueden llevar “una vida limitada pero sin problemas”. Se prevé que esta mejoría continúe a lo largo de los próximos seis meses ya que se trata de “un proceso lento”.

La Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante hará un seguimiento de estos pacientes durante un año y, a finales de 2014, está previsto que todos los hospitales que participan en el estudio pongan los resultados en común para que, si se demuestra que es “seguro y eficaz”, se proceda a generalizar su indicación, ha señalado.

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