Así lo demuestran Los resultados de los pacientes de Joaquín Resa, intervenidos en la Clínica Montpellier de Zaragoza



21 nov. 2012 18:59H
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Redacción. Zaragoza
La cirugía bariátrica aplicada sobre el tracto gastrointestinal con la intención de lograr pérdida de peso ha demostrado tener beneficios metabólicos muy significativos. En diciembre el año pasado, 20 profesionales que representaban a todas las regiones de la IDF y las diferentes disciplinas clínicas, se reunieron para revisar las pruebas disponibles y considerar el potencial de los procedimientos quirúrgicos para personas con diabetes.

Joaquín Resa.

La reunión tuvo tres objetivos principales: desarrollar un marco en el que la cirugía bariátrica podría evaluarse en el contexto de la diabetes tipo 2, hacer recomendaciones sobre la selección de pacientes indicados para la cirugía, e  identificar las prioridades para la investigación, dentro una perspectiva global.

Según Joaquín Resa, basándose en la revisión de la tendencia mundial y de los resultados de sus pacientes intervenidos en la Clínica Montpellier de Zaragoza durante casi una década, la evidencia de que la cirugía puede mejorar el estado metabólico por la pérdida de peso y por otros mecanismos ha ido creciendo en los últimos años. La idea es que una operación pueden tratar, o incluso evitar, la diabetes tipo 2.

En este sentido,  el  Grupo de Trabajo sobre Epidemiología y Prevención de la Diabetes de la IDF se reunió en Bruselas, revisó las pruebas y acordó que la cirugía bariátrica puede mejorar la glucemia y controlar de manera segura y rentable la diabetes tipo 2 en personas con obesidad o sobrepeso. Estos hallazgos no tratan de socavar la importancia de los esfuerzos de la población basados en la prevención, esenciales para evitar la aparición de la obesidad y la diabetes tipo 2, sino de reconocer que además a los enfoques de comportamiento y tratamiento médico, la cirugía bariátrica mejora la diabetes en personas con sobrepeso y proporciona un enfoque costo-efectivo para el tratamiento de la enfermedad. Así que la cirugía bariátrica puede considerarse un tratamiento apropiado para personas con diabetes tipo 2 y obesidad que no estén alcanzando los objetivos de control mediante terapias médicas, especialmente cuando existen otras comorbilidades asociadas.

El informe del grupo de trabajo fue aceptado y publicado por la IDF y sin embargo, todavía no ha sido asumido por los médicos y mucho menos ha llegado a la población general. Por el momento son muchos los profesionales sanitarios que desconocen esta vía de tratamiento. En muchos países, al igual que en España, la cirugía ya era una opción aceptada en personas que tienen diabetes tipo 2 y un índice de masa corporal (IMC) superior a 35 kg/m2.

La reunión, sin embargo, sugirió que la cirugía puede ser considerada como una opción alternativa de tratamiento en las personas con un IMC entre 30 y 35 kg/m2 cuando la diabetes no puede ser controlada adecuadamente por el régimen terapéutico, especialmente en la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular. Esto aumenta mucho el número de personas consideradas candidatos a cirugía.

Aunque sólo una minoría puede estar interesada en tomar la elección de una operación hoy en día, son necesarias estrategias para priorizar el acceso a la cirugía y garantizar que estos procedimientos van a estar  a disposición de quienes tienen más probabilidades de beneficiarse. Los procedimientos de cirugía bariátrica varían desde operaciones destinadas a reducir el tamaño del estómago y restringir la entrada de alimentos el tracto gastrointestinal, a procedimientos diseñado para que la comida no pase por todo el intestino y se absorba menos azúcar, los bypass.

Según la opinión de Resa, los bypass son los que mejores resultados ofrecen con resolución de la diabetes, dejando todo tipo de medicación incluida la insulina, en más del 85-90 por ciento de los casos. “Hoy en día, hemos adaptado los bypass para este grupo de pacientes de menos peso resultando técnicas mucho más suaves, las cuales me cuestan realizar 30 minutos, con mínimo riesgo a corto y largo plazo y una recuperación muy rápida, con ingreso postoperatorio menor a 48 horas” señala Resa. Estas nuevas intervenciones están haciendo que endocrinólogos, internistas y médicos en general pierdan el miedo de indicar la cirugía a sus pacientes y a que cada día más diabéticos consideren este camino para cambiar radicalmente el curso de su enfermedad.
 

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