Pretende que los profesionales sanitarios se vacunen en más de un 30 por ciento



21 oct. 2012 21:06H
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Redacción. Bilbao
El departamento vasco de Sanidad y Consumo, junto a Osakidetza, ampliarán la campaña de vacunación antigripal de este año hasta el 30 de noviembre, de esta manera se prolonga un mes más de lo establecido inicialmente. Con esta medida, habitual en los últimos años, se pretende incrementar el porcentaje de vacunación entre los colectivos de riesgo: mayores de 65 años, enfermos crónicos y profesionales sanitarios.

Rafael Bengoa, consejero de Sanidad.

La campaña arrancó el pasado 17 de septiembre y el porcentaje de vacunación tras la cuarta semana es del 43,7 por ciento, habiéndose administrado alrededor de 200.000 vacunas. Hasta el momento destaca el aumento del 1 por ciento entre los enfermos crónicos de diabetes mellitus y de enfermedades respiratorias menores de 65 años, mientras que los porcentajes generales entre el resto de la población "son ligeramente inferiores" a los del año pasado en las cuatro primeras semanas, ha informado el departamento.

Los objetivos de la campaña de vacunación antigripal 2012 son superar el 67 por ciento de cobertura entre los enfermos crónicos, el 95 por ciento entre las personas institucionalizadas y el 30 por ciento entre los profesionales sanitarios.

Según los informes de la Red de Médicos Vigía de la Gripe, esta campaña está arrancando "sin apenas incidencia", debido en buena parte al buen tiempo vivido en la primera parte del otoño. Así, en el balance de la semana 41, se dieron dos casos declarados de personas del grupo de edad entre 25 y 44 años, que no han requerido hospitalización, lo que en porcentaje supone una tasa en Euskadi de 4,38 casos por cada 100.000 habitantes.

Aún así, el Departamento de Sanidad y Osakidetza recuerdan que la gripe es una enfermedad "transmisible y con un elevado poder de difusión", que tiene mayor prevalencia entre finales de otoño y la llegada de la primavera, y presenta un periodo de incubación de 1 a 5 días y un periodo de transmisibilidad de 3 a 7 jornadas.

Los síntomas más habituales son: fiebre alta, malestar general, dolor de cabeza, de garganta y tos. Por todo ello, se insiste en la importancia de la vacunación puesto que si normalmente tiene un cuadro benigno, entre los grupos de riesgo puede dar lugar a complicaciones graves.

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