Investigadores de las universidades de Huelva y de Lecce (Italia) utilizan materiales naturales con propiedades antioxidantes



23 sept. 2014 16:24H
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Redacción. Madrid
¿‘Transportadores’ ecológicos o cápsulas minúsculas para llevar medicinas u otras sustancias a cualquier tejido sin dañar al organismo? Esto es precisamente en lo que están centrados un equipo de investigadores del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) de las universidades de Huelva y de Lecce (Italia), que están trabajando en estos ‘vehículos’ naturales basados en frutos rojos, concretamente del ‘sorbus americana’ y ‘vacciniumsp’.

Si hay algo más que positivo en este estudio pionero es que se intenta comprobar si los ‘transportadores’ llegan a los tejidos o a las células del cuerpo humano sin causar daños en el organismo, ya que como poseen algunas propiedades que son capaces de reducir los efectos secundarios asociados al tratamiento de enfermedades como el cáncer.

Anna Scarlino, Ermelinda Bloise, Lucia Mergola, Sonia Scorrano, Roberta del Sole, Maria Rosaria Lazzoi, Mercedes Becerra, Giuseppe Vasapollo y Giuseppe Mele.

‘Vesículas’ es el nombre con el que han denominado estos transportadores. “Las propiedades antioxidantes de los compuestos que la forman reducen los efectos secundarios debido al estrés oxidativo que se produce en las terapias convencionales, es decir, del mecanismo responsable de la pérdida progresiva de la funcionalidad de las células”, ha aseverado a la Fundación Descubre Mercedes Becerra, investigadora de la Universidad de Huelva. El proyecto ha aparecido en un artículo en la revista Sustainable Chemistry and Engineering. “Obtuvimos una vesícula renovable, estable, esférica e igualmente funcional al resto que suelen estar producidas a partir de métodos más artificiales”, ha añadido Becerra.

El proyecto ya ha sido probado con éxito en laboratorio y con este nuevo horizonte se plantean aplicaciones como la posibilidad de orientar aquellas estrategias destinadas a la investigación biomédica y el tratamiento de enfermedades como el cáncer. “Estos resultados aportan nuevas perspectivas sobre los beneficios de desarrollar este tipo de vesículas con el objetivo de administrar fármacos, como por ejemplo la quercetina en casos de quimioterapia, con los mínimos efectos secundarios y que mejoren, de esta forma, la calidad de vida de los pacientes”, ha indicado Becerra.

Probar el estudio en pacientes vivos, el próximo reto

“Una vez que perfeccionemos parámetros como su morfología o diámetro, el siguiente paso será analizar muestras reales, in vivo, con el objetivo de comprobar si efectivamente podemos dirigir estos transportadoras y evidenciar, al mismo tiempo, si los compuestos antioxidantes son beneficiosos también en muestras procedentes de personas”, ha concluido la investigadora del proyecto.

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