Eva Fariña. Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
La Sociedad Española de Cardiología (SEC), a través del Consejo Asesor de la Casa del Corazón, ha celebrado el debate ‘La Sanidad en la encrucijada. ¿Se debe cambiar el modelo?’, en el que han participado Bernat Soria, investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) y ministro de Sanidad de 2007 a 2009; José Manuel Romay Beccaría, tesorero nacional del Partido Popular y ministro de Sanidad entre 1996 y el año 2000, y Julián García Vargas, presidente de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio (Tedae) y ministro de Sanidad de 1991 a 1995.
El presidente de la SEC, Carlos Macaya, y el vicepresidente ejecutivo del Consejo Asesor de la SEC, Alfonso Castro Beiras, han sido los encargados de abrir el debate. El presidente ha explicado que el debate ha pretendido buscar soluciones a los cambios que se están produciendo a nivel social y económico. “Las reformas son necesarias, si queremos garantizar la sostenibilidad del sistema de salud y, en consonancia con la Ley General de Sanidad, mantener la equidad, la accesibilidad, la cohesión y la calidad del sistema sanitario”.
El acto ha reunido a cerca de 200 personas vinculadas al ámbito sanitario, como el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, y otros profesionales de la salud y representantes de la industria biomédica y farmacéutica. En su breve intervención, el consejero madrileño se ha referido a la “situación realmente complicada” que vive la sanidad española, “probablemente, el peor de las últimas décadas”. Por tanto, ha propuesto “reformas urgentes para la sostenibilidad de un sistema sanitario que tiene una alta calidad”. “¿Qué coste tendrá no hacer reformas?”, se ha preguntado. “Hace unas semanas le ofrecí a la entonces ministra de Sanidad Trinidad Jiménez la garantía de que cualquier reforma que proponga el Gobierno para hacer sostenible el sistema va a contar de antemano con el voto favorable de la Comunidad de Madrid”.
Romay Beccaría ha apostado por “fórmulas flexibles de gestión”. “El actual modelo organizativo es demasiado rígido, burocrático, sin motivación científica y económica para los profesionales. Es necesario cambiarlo por otro que otorgue autonomía a los centros, con responsabilidad de los profesionales y libertad de elección de los ciudadanos para ser atendidos en centros públicos o privados concertados, cuyos indicadores de calidad estén respaldados por agencias independientes”.
Julián García Vargas ha señalado que, “al partir desde un nivel muy alto, no será ningún drama que durante dos o tres años se realicen algunos recortes y se aproveche mejor lo que tiene el sistema”. “No puede seguir creciendo la deuda y debemos evaluar las prestaciones de forma periódica, porque no estoy de acuerdo con ese principio demagógico de todo para todos, y además, gratis”.
En su turno, Bernat Soria ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que decisiones que se toman en la actualidad puedan “hipotecar el sistema para el futuro”. “Sería terrible que cualquier actuación acabara con las bondades del actual Sistema Nacional de Salud”. En su opinión, “las claves para mantener y consolidar la sostenibilidad se basan en la estructura financiera, el capital humano, la gestión eficiente y la incorporación de la calidad y la innovación”.