Óscar López Alba. Madrid
En este sentido, Facme tiene previsto emitir en las próximas horas un manifiesto en el que va a expresar que no tiene sentido esta obligatoriedad si los precios de los medicamentos innovadores, los llamados de marca, ya han sido rebajados hasta el nivel de los genéricos. De esta forma piensa que se desmonta la 'excusa' de la sostenibilidad del sistema sanitario, origen del 9/2011. Los responsables de Facme creen que con esta bajada de precios ya no existe un razonamiento válido que justifique que en la farmacia se cambie la indicación del médico, ni que la Administración conduzca la prescripción del facultativo a través de limitaciones en los programas de receta electrónica, y solicita que todos los fármacos sean igual de accesibles en estas aplicaciones informáticas.
Las sociedades científicas consideran que con su propuesta se favorecería además una mejor adhesión del paciente al tratamiento, ya que no variarían formatos y presentaciones, al tiempo que no se rompería la relación de confianza que se genera en la consulta, y que se puede ver dañada si el paciente ve que la prescripción del médico puede ser variada por otro profesional. |