Adefarma sostiene que España está muy por debajo del resto de Europa y que en los últimos 30 años no ha habido cambios en la organización



11 ene. 2011 18:23H
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Enrique Pita. Madrid
La aportación de los usuarios del Sistema Nacional de Salud en materia de medicamentos debería verse incrementada, pasando del 5,8 por ciento actual a un 10-15 por ciento. Además, estas aportaciones deberían ser iguales para los trabajadores activos, los pensionistas y el personal dependiente de la Administración del Estado, con excepciones y discriminaciones positivas en relación a patologías o colectivos especialmente desfavorecidos. Además, estas aportaciones deberían ser revisadas anualmente y deberían figurar en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para cada año.

Evolución porcentual de la aportación de los usuarios del SNS al gasto en medicamentos.

Éstas son algunas de las propuestas que realiza la Asociación de Empresarios de Farmacia de Madrid, a través de un manifiesto en el que dan cuenta de su postura ante una situación a sus ojos injusta. Y es que, si bien la factura farmacéutica ha pasado de 834 millones de euros en 1980 a 13.900 millones en el último año, en el mismo periodo de tiempo la aportación de los usuarios ha evolucionado de 133 a 805 millones de euros, lo que supone que el gasto ha crecido unas cien veces más que de lo que lo han hecho las aportaciones, perdiendo éstas, además, peso específico en el gasto en medicamentos, pasando de un 17,5 por ciento en 1980 a un 5,8 por ciento en la actualidad.

¿Supone este movimiento de Adefarma una toma de posición con respecto al copago? Desde la Asociación lo niegan, y afirman que sólo tiene que ver con “adecuar el nivel de aportación de los beneficiarios en los medicamentos a los actuales parámetros de economía”, pero lo cierto es que una interpretación suspicaz de este informe de Asefarma da muestra de la preocupación porque las medidas tomadas en pos de asegurar la sostenibilidad del SNS se han tomado en relación con el gasto farmacéutico, lo que ha afectado en buena medida a los empresarios y las oficinas de Farmacia.

Aún así, con los datos sobre la mesa, en los últimos 30 años no se ha producido ningún cambio en el nivel de aportación en los medicamentos, a excepción de la inclusión de alguno de ellos en el sistema de aportación reducida y las pequeñas modificaciones en el tope máximo de aportación para estos productos. Sin embargo, esto no se corresponde con la evolución del consumo de medicamentos y queda muy lejos de la evolución de la participación de los usuarios que han experimentado los países de nuestro entorno, donde la media en copago se encuentra en torno al 16,5 por ciento, según datos aportados por Adefarma, muy lejos del 5,8 que se alcanza en España.

Otro factor muy a tener en cuenta, pues incide de manera primordial en los niveles en que se sitúa esta aportación, es la evolución ascendente de la población pensionista. Así, el considerable aumento de este sector poblacional, exentos de pago de medicamentos, ha influido de manera directa en este 5,8 por ciento del copago. Ante esta situación, Adefarma sostiene que no hay razón que justifique esta exención, “ni siquiera económicas”, y defiende que la aportación “tiene que ser igual para los trabajadores activos, los pensionistas y el personal dependiente de la Administración del Estado”.

En definitiva, Adefarma deja constancia en su informe de la gran desproporción existente entre el crecimiento de todos los parámetros económicos, demográficos y laborales en relación con el nivel de aportación de los usuarios del SNS en los medicamentos, algo que debe modificarse para recuperar los niveles de aportación que existieron en el pasado.


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