Los ciudadanos también presentaron reclamaciones por cuestiones de asistencia clínica, trato personal o asuntos de confort



29 abr. 2012 20:45H
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José María Iribarren, director del Servicio de Atención al Paciente.

Redacción. Pamplona
Las listas de espera supusieron casi la mitad de los asuntos presentados el pasado año ante el servicio de Atención al Paciente de Navarra, que en 2011 recibió un total de 9.916 por este motivo. Esta cifra es ligeramente inferior a la registrada en 2010, año en que se contabilizaron 10.052 por demoras en las citas médicas.

El servicio gestiona las reclamaciones de atención especializada y salud mental, ya que las cuestiones de Atención Primaria se resuelven en los propios centros de salud.

El número total de asuntos que llegaron al servicio de Atención al Paciente el año pasado, 21.964, superaron en 1.529 a los de 2010, año en que hubo 20.435, según los datos del servicio de Atención al Paciente. Las diferentes quejas representaron en 2011 el 54,2 por ciento de los temas que llegaron al servicio, mientras que el 45,8 por ciento correspondieron a peticiones de documentación clínica.

Casi la mitad de las asuntos, un 45,2 por ciento, correspondieron a quejas por listas de espera. Además, los pacietnes presentaron el pasado año 767 reclamaciones relacionadas con la asistencia clínica; 314, por el trato personal; 309 peticiones de cambio de médico; y 153, por cuestiones de confort en las habitaciones o salas.

El aumento global de los asuntos tramitados se debe, según ha señalado en declaraciones a Europa Press el director del servicio de Atención al Paciente, José María Iribarren, a un mayor número de solicitudes de documentación clínica y a crecimientos en las diferentes quejas, excepto en el capítulo de las listas de espera.

En todo caso, las demoras en citas médicas siguen representando el mayor volumen de reclamaciones de los pacientes navarros. Según ha destacado Iribarren, el servicio que dirige trabaja para “plantear acciones para controlar y reducir las listas de espera”.

El control y seguimiento de las demoras supone una de las líneas centrales del trabajo del servicio, dentro de su ámbito de calidad asistencial. Según Iribarren, un grupo de trabajo liderado por el servicio y en el que participan las direcciones de los centros “propone medidas organizativas y correctoras” para el control de las listas de espera.

A juicio de Iribarren, estos retrasos en la atención son “una preocupación” del paciente porque “a nadie le gusta esperar”, pero ha señalado que, de acuerdo a los datos de las quejas, “no ha habido un aumento tan sustancial como para decir que haya alarma social”.

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