Redacción / María Márquez. Madrid Fuentes del sector de la Dependencia, consultadas en su momento por Redacción Médica, veían inviable que el Imserso lograse presentar el Libro Blanco de Atención Sociosanitaria antes de 2012, dada su ausencia en la agenda de la exministra Leire Pajín en los días previos al 20-N. Y ha sido ayer, in extremis, a 48 horas de conocerse las nuevas caras del Gobierno, cuando el Ministerio de Sanidad sorprendía con la presentación (sin prensa, a través de una nota) de la ansiada publicación, para sorpresa del propio sector. El documento llega a punto de cumplirse un año del primer plazo dado para su culminación por la exministra Trinidad Jiménez (enero de 2011).
Uno de los principales objetivos de este Libro Blanco es sintetizar las experiencias que han realizado en los últimos años las comunidades autónomas. En la redacción de esas 63 medidas que podrían llevar a la coordinación ansiada, hay constantes referencias a las “buenas prácticas” de todas las autonomías, siendo algunas de ellas, citadas en más de una ocasión (Cataluña, Madrid, País Vasco…). El texto también extiende sus miras a las acciones internacionales, como el modelo káiser de atención al paciente crónico de Reino Unido o los programas dedicados a la asistencia a la tercera edad de Canadá.
En la última parte del libro, se ha dedicado un apartado a “identificar las barreras” que los agentes “sociales y económicos” contemplan para desarrollar este nuevo modelo de atención sociosanitaria, entre las que se encuentran “el escaso diálogo entre sanidad y dependecia”; “la gratuidad del sistema sanitario frente al coste del sistema social” o “cuidar los sistemas de subasta: no es posible por debajo de ciertos límites ofrecer la mínima calidad exigible”. El ‘tercer sector’, por su parte, recalca la dificultad que suponen “los 17 sistemas de atención”. |