Permitirá a todos los colegiados conocer el desarrollo de esta institución



16 dic. 2014 16:09H
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Redacción. Santander
‘Un siglo de Farmacia. Cantabria: 1913-2013’ es el título del libro que ha publicado y el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria en el cierre de su centenario como corporación profesional.

Como ha comentado su presidenta, Marta Fernández-Teijeiro, se trata de un proyecto con el que el colegio cierra una “deuda pendiente” con su historia y que permitirá a todos los colegiados conocer el desarrollo de esta institución en sus 100 años de existencia.

Marta Fernández-Teijeiro.

El libro, del periodista Santiago Rego, tiene 420 páginas y consta de ocho capítulos: Antecedentes: Farmacia y boticarios antes del colegio de farmacéuticos; de la creación del COF a la Guerra Civil; del final de la Guerra Civil a los 60; de la década de los 60 a la democracia; de la democracia (1977) a las transferencias sanitarias (2002); y una nueva farmacia para un nuevo milenio, además de una amplia bibliografía con 169 referencias.

Hay también un capítulo especial titulado ‘En el Centenario del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria’, que incluye diálogos con cuatro veteranos boticarios -Pedro Pérez del Molino, Antonio Navedo, Prudencio Diego y Cecilia de la Lastra, ya fallecidos estos dos últimos-; el listado con los nombres de los 699 farmacéuticos que estaban colegiados el 31 de diciembre de 2013, el año del centenario, y la relación empleados y la junta directiva del Colegio en el año de su centenario.

El libro pone de relieve que los 16 presidentes que ha tenido a lo largo de su historia afrontaron preocupaciones muy similares a las actuales: la lucha contra el intrusismo; las “siempre difíciles” relaciones con Sanidad; los retrasos e impagos de la recetas por las administraciones; las competencias entre propios compañeros; la defensa de la profesión ante los poderes públicos y la propia sociedad, o las discusiones por los precios y los descuentos, entre otros puntos.

El Colegio comenzó su actividad formal como Colegio de Farmacéuticos de Santander el 25 de septiembre 1913. Y hubo que esperar hasta el 16 de junio de 1914 para que el Gobierno le concediera en una real orden la calificación de “Colegio Oficial”. No obstante, en este libro se documenta que ya en 1899, hubo un “Colegio Farmacéutico de Santander”, que expedía carnés de colegiado a los boticarios titulados.

Pero al no pasar por la ventanilla administrativa del Gobierno Civil de la provincia, no tuvo la consideración de oficialidad necesaria hasta 14 años después. Hubo que esperar, por tanto, a 1913 para que el Colegio Oficial de Farmacéuticos actual iniciara una actividad que durante el siglo que tiene de vida solo se interrumpió durante los tres años de la Guerra Civil. Y poco después se sobrepuso con esfuerzo al incendio de 1941, que destruyó ocho farmacias del centro de Santander.
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