María Márquez / Imagen: Adrián Conde. Madrid Desde 7 a 40 euros, cualquier adolescente puede comprar un gramo de una gran variedad de ‘drogas emergentes’ en 600 páginas web que en su mayoría camuflan esta venta a través de productos químicos, abonos, cactus o incluso sales de baño. Así lo ha revelado Magí Ferré, catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), durante la presentación del informe de la Comisión Clínica sobre ‘drogas emergentes’. Más de 60.000 estudiantes (3,5 por ciento) de entre 14 y 18 años confiesan haber probado “alguna vez” este tipo de sustancias, un dato que sin embargo no sitúa a España en una situación de “alarma sanitaria”, tal y como ha explicado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), Nuria Espí.
‘Dragonfly’, entre las más peligrosas Desde la perspectiva médica, Ferré también ha subrayado la indefensión de los profesionales de los Servicios de Urgencias que puedan recibir a jóvenes afectados por sus efectos (incluso en coma), ante los que “no saben muy bien qué ocurre porque es un fenómeno muy nuevo, además de que muchas veces, los tests de orina no salen positivos”. Entre las sustancias más peligrosas, ambos expertos han señalado el ‘dragonfly’, con efectos de “experiencias extracorpóreas” similares al LSD, tan potentes que obliga a su consumo en microgramos, lo que a su vez incrementa el riesgo de "consecuencias muy graves" para el consumidor. |