La región ha puesto en marcha varias estrategias financieras para reducir la incertidumbre y mejorar la evaluación y gestión de resultados



15 oct. 2014 18:32H
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Redacción. Barcelona
“Estamos viviendo ejemplos recientes de la participación clave de Cataluña en el desarrollo clínico de tratamientos innovadores y, además de esta contribución a la innovación en Oncología, debería destacarse también la puesta en marcha hace ya algunos años de procesos de evaluación multidisciplinar de la innovación o de modelos de registro que permiten mejorar la gestión y futura evaluación de resultados, así como el papel activo en los procesos de IPT en Oncología”. Así se expresa Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar de Barcelona, que ha participado en la jornada-debate “La incorporación de la innovación farmacéutica a la práctica asistencial”, organizada por el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya y el Servei Català de la Salut (CatSalut), con la colaboración del Instituto Roche.

Jaime del Barrio, director general del Instituto Roche.

La necesidad de buscar puntos de encuentro para potenciar el acceso a la innovación en cáncer ha sido el origen de la reunión, en la que ha quedado patente que uno de los principales retos para los sistemas sanitarios consiste en hacer compatible la incorporación de la innovación con la sostenibilidad.

La jornada celebrada en Barcelona ha dado pie a resaltar que los tratamientos innovadores deben ser entendidos como parte de la solución y no del problema, como pieza clave para resolver algunos de los actuales desafíos de la Sanidad en España. Esta innovación sostenible es especialmente importante en el campo de la Oncología, en el que favorecer el acceso a nuevas terapias puede suponer enormes diferencias para los pacientes. En los últimos años, gracias a la medicina personalizada, los nuevos tratamientos, dirigidos a subgrupos de población en función de características genéticas, son más eficaces y seguros y contribuyen por tanto a reducir el gasto sanitario.

El cáncer es uno de los principales problemas de salud de la sociedad actual, la segunda causa de muerte en nuestro país, por detrás de las enfermedades cardiovasculares. Con una población cada vez más longeva, la incidencia de cáncer sigue aumentando. En el caso de España, los datos indican que la presencia de casos incrementará un 5,5 por ciento entre 2012 y 2015.

Como respuesta a esta necesidad sanitaria, la industria farmacéutica está constantemente investigando en terapias contra el cáncer, lo que genera un creciente número de fármacos innovadores sujetos a ser incorporados al SNS. En este sentido y pese a que cabría esperar que ante el aumento de casos de cáncer el gasto en fármacos oncológicos debería crecer, la realidad es que no sólo no está incrementando, sino que en los últimos cuatro años ese gasto farmacéutico concreto se ha visto disminuido en 90 millones de euros, un 5,4 por ciento menos.

Tal y como explicó durante la reunión Federico Plaza, vicepresidente del Patronato del Instituto Roche, “bien por las medidas de recorte o por el propio proceso de expiración de patentes, el mercado oncológico está generando ahorros que deberían posibilitar la incorporación de la innovación, dado que el cáncer es un problema social de gran magnitud. Sin embargo, la realidad es que la llegada de estos fármacos a nuestro país, el acceso real por parte de los pacientes a las terapias innovadoras, se produce en España con bastante más retraso que en otros países, y de manera desigual en algunos casos en función de las distintas Comunidades Autónomas”.

Así, la Defensora del Pueblo o la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) han trasladado su preocupación respecto a la tardía incorporación al Sistema Nacional de Salud de nuevos fármacos contra el cáncer y a las diferencias existentes a este respecto entre regiones.

Minimizar la incertidumbre y optimizar el coste

En el debate relativo a la incorporación de la innovación en distintos servicios regionales de salud, enmarcado en esta jornada, participaron Antoni Gilabert, director de Farmacia del Servicio Catalán de Salud y Carles Codina, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clinic de Barcelona. Entre otros temas, se trataron las estrategias a la hora de incorporar terapias innovadoras contra el cáncer y los distintos procesos regionales que afectan a la toma de decisiones y que son de enorme relevancia para la incorporación de la innovación. Según Antoni Gilabert, “el acceso a la innovación farmacológica requiere de instrumentos que permitan minimizar la incertidumbre y optimizar el coste de oportunidad de las decisiones de financiación y utilización. Para ello, en Catalunya está en marcha el programa de armonización fármaco-terapéutica, en el que se incorpora metodología transparente y  rigurosa para establecer los criterios de utilización de las innovaciones farmacológicas, la monitorización de sus resultados y la financiación de las mismas, incluyendo la valoración del coste-efectividad y la implementación de esquemas de pago por resultados (acuerdos de riesgo compartido)”.

Es fundamental, según Plaza, “llegar a acuerdos para no dilatar esa incorporación, revisando por ejemplo el precio de los medicamentos con posterioridad a la incorporación en sí y basándose en resultados en salud”.

En España, la Oncología supone un 6,5 por ciento del gasto sanitario español y un 10 por ciento del gasto farmacéutico, de acuerdo a los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. A estos porcentajes objetivos se añade el deseo de clínicos, pacientes e industria de que no se entienda el gasto farmacéutico oncológico de manera aislada. “Hay que hacer un análisis global”, comentó Federico Plaza, “ya que el 75 por ciento del gasto sanitario asociado a esta enfermedad se debe a costes indirectos derivados de la pérdida de productividad y gastos de Seguridad Social”.

Perspectiva de los pacientes y marco legal

Desde el punto de vista de los pacientes, Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), “necesitamos coherencia. Estamos en un momento en el que hablamos de la excelencia de incorporar la innovación pero al mismo tiempo nos bombardean con mensajes sobre el impacto económico de hacerlo. Los pacientes somos espectadores de cualquier negociación y la realidad es que necesitamos que esa innovación nos llegue, porque nuestras vidas van en ello. Ante las trabas, pedimos a las Autoridades coherencia, analizar en qué se invierte y optar claramente por hacer lo necesario para que todos podamos acceder a esa innovación. En ese proceso de toma de decisiones y aunque la teoría dice que los pacientes estamos en el centro del Sistema, es fundamental que seamos reconocidos y tomados en cuenta como un agente más”.

Durante la jornada también se prestó especial atención al marco legal que influye sobre la prestación farmacéutica del SNS y las condiciones de acceso a los medicamentos. Teresa Paz-Ares, abogada del despacho Uría Menéndez, explicó que “cuando un medicamento está por fin, tras un complicado proceso, incluido en el régimen de financiación del SNS, los médicos deben poder prescribirlo y los pacientes tener garantizado su acceso, sin más limitaciones o condiciones que las establecidas, en su caso, a nivel estatal. El análisis del marco legal aplicable no ofrece ninguna duda. Sin embargo, en la práctica nos encontramos que a nivel autonómico, e incluso en cada hospital, se generan barreras adicionales (distintas según la comunidad u hospital de que se trate) de acceso al medicamento a través de medidas restrictivas de muy diversa índole, en muchas ocasiones sin mayor amparo legal”.
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