Su coordinadora, Rosario García de Vicuña, detalla sus objetivos con motivo del Día Mundial de estas patologías



10 oct. 2011 18:30H
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Redacción. Madrid
La coordinadora de la Estrategia Nacional de Enfermedades Reumáticas y Musculoesqueléticas, Rosario García de Vicuña, ha explicado, a través de la Sociedad Española de Reumatología, los retos a los que se enfrenta este nuevo documento que el Ministerio de Sanidad anunciaba antes del verano. Con motivo del Día Mundial de estas patologías (10 de octubre), García de Vicuña, reconoce "las particularidades de las diferentes comunidades autónomas" y ve en "aumentar el poder resolutivo de Atención Primaria y Enfermería" una de las claves para asegurar la equidad en la aplicación de esta Estrategia.

Un paso más hacia el ámbito sociosanitario

Rosario García de Vicuña.

A juicio de la coordinadora de la Estrategia, Rosario García de Vicuña, “el hecho de que se hayan priorizado las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas para ser incluidas en las estrategias de salud y excelencia del Plan de calidad del SNS supone un avance en el reconocimiento del gran impacto individual y sociosanitario que conllevan estas patologías. Las asociaciones de pacientes venían reclamando este apoyo desde hace tiempo”. Considera que su implantación permitirá conocer mejor los recursos disponibles en este ámbito y las áreas de mejora, junto a un abordaje de las prioridades de atención sociosanitaria en condiciones de equidad y eficiencia. “Esperamos que sirva también para desterrar los mitos sobre estas enfermedades y su tratamiento, que están muy arraigados en la sociedad y en ciertos ámbitos sanitarios. Sin embargo, hay que considerar expectativas realistas en el marco de un sistema sanitario universal, con particularidades en las diferentes comunidades autónomas, ya que se debe asegurar su sostenibilidad”, explica.

En el ámbito asistencial sociosanitario, García de Vicuña recuerda que esta iniciativa busca lograr la equidad en todo el territorio nacional y garantizar el acceso prioritario a patologías potencialmente invalidantes con evidencia de intervención precoz, favorecer la coordinación y continuidad asistencial incorporando nuevos roles profesionales para asistencia integrada, mejorar la práctica clínica de acuerdo a intervenciones con eficacia probada y aumentar la capacitación y autonomía del paciente a través de programas educativos dirigidos a enfermos y cuidadores para reforzar el autocuidado y corresponsabilidad en la gestión de la propia salud.

Además, ha precisado, “actualmente no siempre los pacientes son atendidos en el momento justo por los profesionales más adecuados. Reconociendo que esta variabilidad no siempre es sinónimo de inequidad, existen muchas áreas de mejora como el diagnóstico e intervención precoz, la formación de los profesionales para aumentar el poder resolutivo de Atención Primaria y Enfermería, la coordinación asistencial para evitar redundancias e ineficiencias, y el abordaje psicosocial de las patologías crónicas”.

El futuro: la medicina personalizada

En opinión de la experta, el mayor cambio vendrá dado por la incorporación de terapias innovadoras y la medicina personalizada, en la que marcadores genéticos o detectables en sangre permitan prescribir el tratamiento más adecuado para cada paciente. En este sentido, la respuesta al tratamiento evaluada por datos reportados por el paciente está cobrando gran protagonismo en la evaluación de terapias, con pacientes mejor informados y más autónomos. “Además se podrían involucrar y utilizar transversalmente los recursos de la toda la comunidad (educación, deportes, medio ambiente etc.) en el uso responsable y solidario de recursos para el cuidado y mejora de la salud musculoesquelética”.

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