Ambos aseguran que la presidenta del Colegio de Médicos de Madrid se ha comprometido a iniciar una nueva etapa de apertura y transparencia en la institución colegial



27 jul. 2012 15:20H
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Redacción. Madrid
Seguramente no de la forma que a ellos les hubiera gustado, pero el caso es que finalmente tanto Carlos Amaya como Guillermo Sierra van a formar parte del organigrama del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem). El exdirigente de CESM ya ha aceptado formalmente ser asesor de la nueva presidenta, Sonia López Arribas, mientras que el expresidente de la OMC está a punto de dar una respuesta positiva al ofrecimiento de López Arribas.

Guillermo Sierra (a la izquierda) y Carlos Amaya, junto a la presidenta del Colegio de Médicos de Madrid, Sonia López Arribas. Fotos: Adrián Conde / S2000.

En ambos casos, han solicitado a la presidenta la máxima transparencia en esta nueva etapa que se abre después de las elecciones del pasado 24 de mayo, y le han asegurado su colaboración si las cosas cambian, dejando atrás un periodo oscurantista y rodeado siempre de la polémica. El compromiso ya oficial de Amaya, y el más que “futurible” de Sierra, es susceptible de ruptura en caso de que ambos líderes sanitarios entiendan que el nuevo equipo directivo del Colegio madrileño no cumple con sus promesas de apertura y transparencia.

Hay que recordar que tanto Amaya como Sierra fueron candidatos a la presidencia del Colegio de Médicos de Madrid en las elecciones llevadas a cabo en 2008, junto al sindicalista Manuel Cabeza (hoy en CSIF) y a la entonces reelegida presidenta Juliana Fariña (tras un cambio en los estatutos para poder accerder a un tercer mandato), que doblegó a ambos por una abultada diferencia.

Y en estas últimas elecciones del pasado mayo, Sierra volvió a intentarlo, obteniendo 700 votos de los pocos más de 5.000 emitidos, quedando en cuarto lugar de los seis candidatos que optaban a ocupar el sillón que dejaba vacante Miguel García Alarilla, sustituto de Fariña tras su dimisión (por motivos de salud si bien no fue ésta la causa aducida por la anatomopatóloga) al ocupar entonces el cargo de vicepresidente.

Así pues, tanto Amaya como Sierra pasarán a desempeñar una labor relevante dentro del nuevo equipo que rodeará a López Arribas, quien está intentando completar este grupo de asesores con alguna incorporación más. Ambos aseguran que su propósito al aceptar este reto es contribuir a que la institución colegial funcione mejor. Si no ha podido ser como presidentes, al menos podrán intentarlo ahora desde el papel de asesores de la nueva máxima responsable.
 


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