El descubrimiento allana el camino a nuevos tratamientos para ciertas formas de insuficiencia cardiaca



13 ene. 2015 14:32H
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Redacción. Madrid
Una proteína que ya era conocida por ser antidepresivo natural, mejorar el aprendizaje y la memoria, potenciar  el crecimiento de las células nerviosas y nutrir los vasos sanguíneos tiene más trabajo del que se sabía: se ha descubierto, ahora, que también es un actor central en el mantenimiento de la vitalidad del músculo cardiaco.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, (Maryland, Estados Unidos), gracias a experimentos realizados en ratones y células cardiacas cultivadas en laboratorio, han mostrado que esta proteína multitarea, un factor neurálgico de crecimiento llamado BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro, por sus siglas en inglés), ayuda a mantener la capacidad de las células musculares del corazón para contraerse y relajarse adecuadamente.

Así se ha publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, donde los autores han revelado que la deficiencia de BDNF o la insensibilidad celular a la presencia de esta proteína pueden precipitar la disfunción del músculo cardiaco, sobre todo en condiciones de estrés físico crónico o repetido en el corazón, como sería el caso del entrenamiento de resistencia, pero también de la presión arterial alta.

Para llegar a estas conclusiones, los científicos rastrearon el papel de BDNF en una cascada de eventos moleculares de señalización en las células del corazón, cuya interrupción provocó el fracaso del músculo cardiaco. Si se confirma esto en los seres humanos, los descubrimientos podrían allanar el camino a nuevos tratamientos para ciertas formas de insuficiencia cardiaca, un trastorno que afecta a más de 23 millones de personas en todo el mundo.

De igual forma, debido a los efectos antidepresivos conocidos de BDNF y su papel como un refuerzo de la salud de las células nerviosas, los investigadores creen que los resultados sugieren un posible vínculo bioquímico entre la depresión y las enfermedades del corazón, dos trastornos que tienden a ocurrir a la vez, pero cuya relación sigue siendo poco conocida.

Múltiples frentes para una sola proteína

“Nuestros resultados no solo  son un recordatorio de la asombrosa complejidad de la química del corazón y la fisiología, sino también un claro ejemplo de la capacidad de una sola proteína para actuar en múltiples frentes y afectar a muchos órganos y funciones”, indica el investigador principal Ning Feng, becario de Cardiología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Los hallazgos también pueden ayudar a aclarar los medios biológicos detrás de las últimos observaciones sin explicación de que los pacientes con insuficiencia cardiaca cuya función cardiaca empeora durante el esfuerzo físico tienen bajos niveles de BDNF en la sangre.
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