En protesta por los recortes autonómicos



4 jun. 2012 23:08H
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Redacción. Palma de Mallorca
Los médicos de familia de los centros de salud de Baleares que desempeñan la función de tutores barajan la posibilidad de no ofrecer a partir de 2013 formación a nuevos residentes,  siempre y cuando la normativa se lo permita, en protesta por los recortes en Sanidad que, según denuncian, afectan directamente a la calidad de la docencia.

Rosa Duro, presidenta de la Sociedad Balear de Médicos de Familia.

Así, el colectivo estudia esta situación si no se produce una mejora de las condiciones para la formación de residentes y médicos tutores, según ha explicado la presidenta de Médicos de Familia de Baleares, Rosa Duro, quien ha censurado que "las nuevas medidas afectan directamente a los médicos de familia que realizan la labor de docentes".

Más drásticos han sido en el Hospital de Son Espases, donde media docena de tutores han optado por dimitir de su cargo como docentes -el cual es voluntario y no remunerado en todos los hospitales- como medida de presión por los recortes, según ha declarado la jefa de estudios de Formación Sanitaria Especializada del citado centro sanitario, Anabel Cremades. La labor de los residentes es fundamental, "el hospital los necesita para funcionar", ha explicado Cremades. Así, muchos de los 58 tutores de Son Espases se sumaron en un primer momento a la decisión de parar la docencia.

No obstante, la mayoría ha rectificado su decisión y actualmente tan solo media decena mantiene su dimisión. Esto significa que la dirección y los jefes de servicio (en total 34) deben designar a un nuevo médico como tutor de los residentes afectados. Cremades ha asegurado que si las medidas siguen su curso, los médicos de Son Espases se movilizarán porque sienten que se les está "maltratando". Por el contrario, el director de Docencia y Formación del Hospital Son Llàtzer, Juan Buades Reinés, ha informado a Europa Press que "por ahora, no ha habido ninguna dimisión en docencia" en este centro sanitario y asegura que la situación es de "calma".En su opinión, "la docencia tiene que seguir, es colateral a todo lo que está pasando y su labor se debe agradecer".

El cambio horario

Mientras, los médicos docentes de los centros de salud reclaman "tiempo para supervisar a los residentes, así como formación de los tutores por parte de la Administración y una remuneración igual al resto de médicos".

El pasado mes de mayo, 26 nuevos residentes iniciaron su formación en 10 centros de Baleares, de modo que cada año, empiezan unos 25 residentes, lo que supone alrededor de 100, teniendo en cuenta que hay cuatro años de residencia (R1, R2, R3 y R4).

Según Duro, el cambio de horario de los centros de salud es uno de los obstáculos a la docencia. Hasta ahora, los residentes realizaban horas de atención continuada (guardias) en los centros de salud de 15.00 a 21.00 horas. No obstante, con la implementación del nuevo horario, los residentes deberán distribuir las horas de guardia que deben computar en aquellos centros que se mantengan abiertos y, principalmente, en los PAC's, lo que afectará "sin duda" a la docencia, pues el funcionamiento es distinto entre uno y otro, ha matizado Duro. Por ello, ha comentado que se está estudiando una coordinación entre Centros y PAC's, para frenar el "detrimento" de la formación de los residentes ya que, hasta ahora, los médicos aprovechaban las tardes en los centros para establecer un contacto con los residentes que con la modificación horaria se perderá.

Reducción salarial

La Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria establece un cupo de 1.500 pacientes para los médicos de familia tutores, algo inferior al resto de facultativos por la actividad docente que desempeñan. Una parte de su sueldo se mide por el número de pacientes, por ello se creó un complemento de productividad de 100 euros en bruto para "compensar e igualar" el sueldo de los que son docentes y los que no.

No obstante, Duro critica que, desde enero, este complemento no se ha cobrado, sumado a las condiciones "desfavorables" de sustituciones rotatorias y otros complementos que han sido suprimidos. "No se trata de cobrar más, sino de igualarse al resto de compañeros", ha subrayado.

Además, la Comisión recoge que "los tutores deben ser reconocidos por parte de la Administración, ya sea a través de la carrera profesional o de otros incentivos de carácter económico, laboral y formativo para compensar el esfuerzo que supone el desempeño de esta tarea".

Los recortes en sanidad también contemplan la disminución de sustitutos de los médicos de familia. Con estas condiciones, los médicos tienen que pasar consulta a pacientes de otros cupos, por lo que "la consulta está más saturada y se deteriora el seguimiento y la tutorización de los residentes", afirma Duro. Además, la Comisión Nacional de Especialidades estipula que la consulta de los Médicos de Familia debe fijarse en 30 pacientes al día.

Ante esta saturación que supera los mínimos establecidos y que obstaculiza la docencia, el colectivo pide "que en los centros docentes se sustituya más y que dejen escoger a los sustitutos", pues muchos de los médicos que han acabado su residencia están en paro. Asimismo, piden que los días de docencia de los tutores sean sustituidos.

En cuanto a la formación de los tutores, el programa formativo de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria establece que los tutores de los centros de salud deben ser apoyados con "medidas complementarias de formación destinadas a mantener y mejorar sus competencias" por parte de las Administraciones Sanitarias.

En este sentido, Duro ha explicado que el colectivo reclama a la Administración que se les facilite la docencia, en cuanto a la acreditación de las sesiones, planes de formación específicos, recursos bibliográficos, jornadas y ayuda monetaria.

Los residentes, ante la incertidumbre del futuro

Por su parte, los residentes, principales afectados, rechazan la adopción de esta medida que permitiría la pérdida de profesionales en la Sanidad de Baleares.

La vocal de los residentes R1 y R2 del Hospital Son Llàtzer y residente R2 del Coll d'en Rabassa, Cati Bisbal, se ha mostrado, en declaraciones a Europa Press, en contra "como mallorquina y como médico".

En este sentido, ha explicado que los profesionales que se han formado fuera de las Islas "no tendrán la oportunidad de volver" y deberán "ir fuera" para continuar su formación.

No obstante, ha criticado la "falta de información" que proporciona el Govern por no especificar "cuándo" aplicará las nuevas medidas de ahorro y la "incertidumbre que esto supone, porque no sabemos cómo lo vamos a tener que hacer". "Nos adaptaremos pero nos dejan descolocados", ha concluido.

Por su parte, la vocal de residentes R3 y R4 del Hospital Son Llàtzer y residente R4 del Coll d'en Rabassa, Mariana Coll, ha mostrado su rechazo a esta medida, pero entiende la situación de los médicos de familia tutores que barajan esta posibilidad. "No hay otra salida", ha indicado, en declaraciones a Europa Press, al tiempo que estima que "la culpa es del Govern y no de los médicos, que está sobresaturando a los profesionales".

La supresión de incentivos, el aumento a 37,5 horas y media y la supresión de las sustituciones, sumados a la dedicación que implica la docencia "no es viable", afirma Coll. "El Govern intenta exprimir todo lo que puede, pero estas medidas son incompatibles con la docencia", asegura.

Coll añade que el colectivo está "sorprendido" ante esta situación "lamentable". Su futuro, a uno o dos años de ejercer como médicos de familia también es incierto porque "no hay trabajo".

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