María Márquez / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid El pasado viernes por la mañana saltaban las alarmas al conocerse la existencia de una carta que el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, habría mandado al consejero madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, instándole a modificar el cómputo de las listas de espera sanitarias, definiendo el cálculo de Madrid como “contrario y diferente” a los Reales Decretos de 2003 y 2011. El consejero tuvo la oportunidad de ‘defenderse’ en la rueda de prensa de su visita al nuevo Hospital de Torrejón, donde aseguró tener “un profundo disgusto” ante un hecho que consideraba “un ataque”, al tiempo que rechazó la modificación del cómputo alegando que el modelo madrileño era "un éxito" gestionado "con el máximo nivel de transparencia".
Con fecha de 6 de septiembre, el secretario general envía una misiva al consejero madrileño recordándole que los criterios marco para garantizar un tiempo máximo de acceso a las prestaciones sanitarias se establecen “desde la fecha de entrada del usuario en el registro de lista de espera”, indicando que en la Comunidad de Madrid se realiza “desde la visita al anestesista”, lo que provoca una disparidad con respecto a otras autonomías. Fernández-Lasquetty aseguró que Madrid “cumple de sobra el decreto” y resaltó que la lista de espera no solo no excede de los 180 días que propone el Ministerio sino que Madrid “ofrece intervenciones en menos de 30 días”. Recordó también que el RD “excluye del cómputo al que hubiera rechazado el centro que le asigna la Administración, porque hay gente a la que no le importa esperar a ser intervenido en su hospital de siempre, así que respetamos esa opción”. Un ataque
Y refiriéndose concretamente a Martínez Olmos, tachó la carta de “nuevo ataque de los socialistas al éxito de la sanidad madrileña”, asegurando que “el tono de amenaza de Martínez Olmos en etapa preelectoral denota una deslealtad impropia de un ministerio de Sanidad serio”. “Vamos a ver qué pasa con las amenazas de aquí a seis meses”, prosiguió, y defendió “el máximo nivel de transparencia, como también en ocurre en otras autonomías, en la publicación de las listas de espera”. |