China se ha marcado una ambiciosa meta: tener su producción nacional de medicamentos



6 dic. 2015 11:52H
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Redacción. Madrid
China se erige como la potencia mundial por excelencia en sectores como la tecnología y los transportes, y ahora quiere hacer lo propio con la industria farmacéutica. Gestionar la salud del país con mayor volumen de población -y con tendencia al envejecimiento y la cronicidad- es uno de los grandes retos del Gobierno chino.

El presidente de China, Xi Jingping.

En concreto, el país oriental es el segundo que mayor volumen de drogas, comida rápida y tabaquismo consume (solo por detrás de Estados Unidos), a lo que hay que sumar la alta contaminación de las principales ciudades. Unas causas que, en su conjunto, están provocando un aumento de los tipos de cáncer, así como de las enfermedades cardiacas y pulmonares.

Por ello, el país oriental busca hacerse un hueco en el mundo farmacéutico con una producción propia de medicamentos que consiga abastecer la demanda de los hospitales públicos y, a su vez, crear oportunidades empresariales para la industria local, tal y como publica un reciente artículo de Reuters.

Pero crear un nuevo fármaco de la nada no es una cuestión baladí: se tarda más de diez años en patentar un nuevo medicamento y lanzarlo al mercado. China lo sabe y, por ello, se ha puesto las pilas para desarrollar un arsenal de genéricos que hagan frente a diferentes patologías a corto y medio plazo.

El mercado de la insulina fluctúa en China

La diabetes es una muestra de ello. Este país es donde mayor número de diabéticos se concentra del mundo -110 millones en la actualidad y 151 millones previstos en 2040-, según la Federación Internacional de Diabetes.

En la actualidad, el gobierno que dirige Xi Jinping ha puesto sobre la mesa una serie de ‘pruebas’ farmacológicas que le están haciendo la verdadera guerra las grandes multinacionales.

Por ejemplo, la danesa Novo Nordisk, la gran productora de insulina del mundo, vio en China un suculento mercado al que penetrar en la década de los 90. De hecho, en 2010, este laboratorio dominaba el 63 por ciento del mercado de la insulina en el país asiático. Sin embargo, su expansión empresarial ha ido perdiendo terreno frente a los competidores locales animados desde Pekín.

Lo mismo ocurre con Sanofi, que está viendo cómo su producto estrella entre los diabéticos –Lantus- está siendo copiado por rivales chinos, pero con una versión más moderna y sofisticada y a un precio más reducido.

La innovación está pisando fuerte

Por otro lado, el desarrollo de la investigación y la innovación está en auge en China. Los laboratorios farmacéuticos, tanto locales como internacionales, se están aliando con empresas de biotecnología, con el objetivo de impulsar el I+D+i en esta región.

Medicina Hua es uno de los ejemplos, según el artículo de Reuters. Esta empresa cuenta con el apadrinamiento de Roche, ya que, desde su nacimiento, está ejecutando en el centro que la farmacéutica tiene en el país y está desarrollando un ‘tratamiento novel’ para la diabetes, con licencia de Roche.

China, que arrastra una historia de fracaso en el desarrollo de medicamentos, podría haber aprendido la lección de épocas pasadas y emprender un nuevo camino que le sitúe en el ‘top’ de producción de fármacos. Una tendencia que, según los expertos, será muy próximamente, en torno al 2020.

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