SEOM y SEEO recomiendan esta figura para la atención de pacientes en estadio avanzado



30 oct. 2015 9:34H
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Sandra Melgarejo. Madrid
El cáncer de mama es el de mayor incidencia entre mujeres y un tercio de estas pacientes padecen la enfermedad en estadio avanzado. “El abordaje del cáncer de mama avanzado es complejo, multidisciplinar y consume muchos recursos asistenciales”, ha comentado Ramón Colomer, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid. De la necesidad de coordinar y optimizar los recursos sanitarios y sociales disponibles, favoreciendo una atención oncológica integral, surge el Consenso Énfasis, que se ha presentado en la sesión multidisciplinar que han mantenido la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), con la colaboración de Novartis, en el XV Congreso SEOM, que se celebra estos días en Madrid.
 

Társila Ferro y Ramón Colomer.

“El objetivo ha sido elaborar un consenso sobre la creación de una figura especializada en Enfermería Oncológica para el itinerario asistencial de las pacientes con cáncer de mama avanzado”, ha explicado Colomer. Esta profesional es la enfermera clínica de cáncer de mama (ECCM), cuyas funciones son “el manejo clínico integral de todo el proceso; el manejo psicosocial de pacientes y familiares; habilidades comunicativas para actuar como coach; valoración clínica; educación sanitaria sobre la patología, efectos adversos y hábitos saludables; activación de recursos sanitarios; y formación, docencia e investigación”, ha detallado Társila Ferro, directora de Curas del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
 
Los requisitos profesionales de la ECCM incluyen un mínimo de dos años de experiencia con pacientes oncológicas; conocimiento del centro, de los protocolos y de la investigación; y formación específica en Oncología, gestión de casos, conocimiento clínico y counselling. Además, Ferro ha destacado habilidades como el manejo emocional, la empatía, la comunicación y la resolución de conflictos; y competencias asistenciales como la valoración, análisis y manejo clínico de la paciente.
 
Respecto a los recursos necesarios, la enfermera del ICO ha señalado que la ECCM debe tener un espacio propio, agenda propia y acceso a la historia clínica, y depender jerárquicamente de la Dirección de Enfermería y funcionalmente del Departamento de Oncología. “Son unas recomendaciones que se pueden implementar perfectamente en cualquier equipo asistencial oncológico”, ha afirmado Ferro, quien ha recalcado que “la existencia de una Enfermería especializada en el manejo de pacientes con cáncer de mama avanzado es clave para contribuir a una atención personalizada, reforzar el itinerario asistencial y optimizar el uso de recursos sanitarios”.
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