Para hacer este ránking se han valorado cuestiones como la exposición a material contaminante; a enfermedades y a infecciones; o a la radiación entre otros riesgos



13 dic. 2015 13:35H
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David García. Madrid
Ejercer una profesión sanitaria, normalmente, no tiene un plus de peligrosidad en la nómina pero vistos algunos informes llegados desde Estados Unidos, muchas deberían tenerlo por los riesgos que entrañan para la salud de los que las ejercen.
 

La profesión más peligrosa del mundo para la salud, la de dentista.

Según los datos del Occupational Information Network (la Red de Información Ocupacional) dependiente del Departamento de Trabajo del Gobierno de los Estados Unidos, hay diez profesiones sanitarias que se encuentran entre las 27 más peligrosas para la salud del trabajador.
 
Para medir estos riesgos, para elaborar el informe se han tenido en cuenta 974 actividades profesionales diferentes y se han valorado seis variables: exposición a material contaminante; exposición a enfermedades y a infecciones; exposición a condiciones peligrosas; exposición a la radiación; riesgo de quemaduras menores, cortes, mordeduras, y picaduras; y el tiempo que pasa el profesional sentado.
 
El informe puntúa las profesiones de 0 a 100 en función de su peligrosidad para la salud y donde 0 sería la peligrosidad más baja.
 
Así, la profesión más peligrosa de todas (sanitarias y no sanitarias) es la de dentista. En este epígrafe incluyen también a los higienistas dentales y a los auxiliares de clínica dental. En este sentido, el informe destaca la exposición a material contaminante, a enfermedades e infecciones y al tiempo que el profesional pasa sentado.
 
El segundo lugar entre las profesiones sanitarias lo ocupa el anestesiólogo y los enfermeros y auxiliares de esta especialidad. Según los datos, estos profesionales sanitarios están expuestos a un gran riesgo (94 sobre 100) de contraer enfermedades e infecciones. Se da la circunstancia además que esta profesión sanitaria es la tercera más peligrosa globalmente hablando.
 
Y ya en el último lugar del pódium de profesiones sanitarias peligrosas está la de veterinario.
 
El ‘top ten’ de profesiones sanitarias peligrosas, según este informe, lo completan estas siete especialidades (de mayor a menor peligrosidad): podólogo; histólogo (estudia todo lo relacionado con los tejidos orgánicos como su estructura microscópica, su desarrollo y sus funciones); cirujanos (incluye también a los asistentes en un quirófano); preparadores de equipos médicos (tiene que ver con la tecnología sanitaria y destacan la exposición a materiales contaminantes); médicos de servicios de emergencias; enfermeros de cuidados intensivos; y radiólogos.

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