Organizado por Sanitaria 2000



23 jun. 2014 19:03H
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Ruiz reclama un pacto político para planes de salud.

J. Barbado / Imagen: P. Eguizábal. Barcelona
El consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, ha reividincado partidas finalistas al Estado para financiar programas de salud específicos y, al mismo tiempo, ha reclamado un pacto entre los partidos políticos más allá de las mayorías representativas para fijar "determinadas políticas" de salud pública que precisan del largo plazo y de financiación plurianual para salir adelante, y lo ha hecho al pronunciar la conferencia inaugural del Encuentro de Parlamentarios de Salud de Cataluña que ha organizado Sanitaria 2000 en Barcelona con la colaboración de Biogen idec en España.

Para Ruiz, el Sistema Nacional de Salud (SNS) adolece de una carencia fundamental: la evaluación de los resultados de salud: "Abunda el control administrativo pero no existen auditorías operativas que registren datos clínicos". En esa línea, entre otras, debería caminar el pacto político que reclama, y, en este sentido, se ha referido a una reunión mantenida por el Ejecutivo autonómico a puerta cerrada con la mayoría de los partidos políticos (en el caso del PSC, ha mencionado de forma expresa a Marina Geli ante la crisis de la formación a la que pertenece en un gesto de confianza personal en ella como interlocutora).

José María Pino, presidente de Sanitaria 2000; el consejero Boi Ruiz, y Umberto Stefanutti, director general de Biogen IDEC en España.


Ese pacto -ha incidido- exige un cambio del modelo sociosanitario hacia una filosofía proactiva no solo basadas en la Medicina asistencial pura, y ha puesto como ejemplo el control de los crónicos para eludir ingresos innecesarios. "Deberá ser un acuerdo a pesar de la crisis económica y acompañarlo, de hecho, de una partida presupuestaria específica".

Conxita Tarruella, diputada de CiU en el Congreso; Francesc Sancho, secretario de Participación de la Consejería de Sanidad de Cataluña; y José María Pino, presidente de Sanitaria 2000.


En su opinión, el cortoplacismo político y las restricciones de presupuesto impiden que se lleven a cabo determinadas políticas que deberían ser plurianuales, por lo que ha pedido un pacto entre los partidos para tomar conciencia de esa realidad: la de que muchos procesos de salud solo son evaluables y eficaces a largo plazo.

Umberto Stefanutti, director general de Biogen IDEC en España; Xavier Montalbán, jefe del Servicio de Neurología-Neuroinmunología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona; Javier Martínez, Senior Manager Market Access de Biogen; y Álex Sans, de la misma compañía.


Por último, Ruiz ha insistido en reclamar al Estado que revise la financiación de las comunidades autónomas para acomodar el PIB a la media europea y poder disponer en las autonomías de dinero adicional para partidas finalistas.

Glòria Renom i Vallbona, del grupo parlamentario CiU; Boi Ruiz, consejero de Salud de Cataluña, y Conxita Tarruella (CiU).


Ruiz departe con Montalván. En la imagen de la dcha., la presidenta de la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP), Cristina Contel, conversa con la responsable del Gabinete de la Consejería de Sanidad, Marina Ordóñez.

Javier Barbado / Imagen: Pablo Eguizábal. Barcelona
Los contratos de riesgo compartido entre la industria farmacéutica y las autoridades públicas de salud constituyen la diana estratégica creciente del Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) y organismos como el Instituto Catalán de Oncología (ICO) debido a su éxito, ya comprobado en algunos casos, tanto asistencial como económico. No obstante, la regulación de los criterios que deben regir estos acuerdos forma parte de la actividad actual del propio Catsalut, que ha publicado en el mes de mayo una de las primeras guías orientativas de esta índole.

Candela Calle explica las iniciativas del ICO con la industria.

Gilabert incide en cómo hacer los contratos de riesgo compartido.


Así, el Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha recurrido al contrato de riesgo compartido y al uso de herramientas informáticas para monitorizar el uso de los medicamentos (por ejemplo, la denominada Espoq, relacionada con la enfermedad oncológica) y, en este momento, dispone de algunos resultados que comparte con la industria para decidir los pagos, según ha revelado su directora general durante el Encuentro de Parlamentarios de Cataluña organizado por Sanitaria 2000, empresa editora de este periódico, con la colaboración de Biogen Idec en España.

Antoni Gilabert, Beatriz Perales y Candela Calle, durante el foro organizado por Sanitaria 2000 en Barcelona.


En la misma línea, Antoni Gilabert, gerente de Atención Farmacéutica del Servicio Catalán de Salud (Catsalut), ha instado a las compañías farmacéuticas innovadoras a participar en procesos de compra centralizada y se ha referido al riesgo compartido como método válido de búsqueda de resultados clínicos válidos.

Sheila Gascón Gracia, secretaria de Acción Sindical y Comunicación de Satse en Cataluña; Javier Martínez, Senior Manager Market Access de Biogen; y Rosa María Estrany, presidenta de la Fundación de Esclerosis Múltiple.


En este sentido, ha definido como objetivos del Catsalut este año el seguimiento de estos contratos y la creación de una guía que precise los criterios que deben seguirse en esta clase de acuerdos, trabajo del que, en efecto, ya se ha publicado una edición.

Por su parte, Calle ha revelado que los contratos de gestión dirigidos a los profesionales explican el éxito de los planes de evaluación continua del organismo junto con la política del medicamento por medio de una Comisión Farmacoterapéutica dirigida al efecto que garantiza que todos los enfermos son tratados con las mismas posibilidades terapéuticas.

Laia Aceituno y Roger Esmel, del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CESM) y Berta Martín, de la delegación de la confederación en Cataluña: Cemcat.


Según ha explicado, la equidad del acceso a la innovación se garantiza por medio de 13 líneas estratégicas alineadas con el Plan de Salud autonómico, según ha precisado, ya que "como empresa pública hemos de ser transparentes y velar, al mismo tiempo, la sostenibilidad" del sistema sanitario.

El ICO -señaló-  ha resuelto una modalidad nueva de relación con la industria farmacéutica por medio del partenariado, y ha conseguido llegar a acuerdos con ella para potenciar la innovación, la investigación así como apoyo de proyectos institucionales.

En la primera instantánea, Crsitina Montané, de la Plataforma de Familiares de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, junto con Francesc Sancho, secretario de Participación Local en Salud de la Consejería de Sanidad de Cataluña. A la dcha.: Xavier Montalván, jefe del Servicio de Neurología-Neuroinmunología del Hospital Vall d'Hebron, Xavier Montalbán, conversa con el consejero Boi Ruiz en presencia de Conxita Tarruella.


Desde su punto de vista, los contratos de riesgo compartido son coste-efectivos y dan la posibilidad de acceso a los pacientes a esos tratamientos, pero también suponen barreras como la lentitud, la necesidad de hacerlo caso por caso, el compromiso necesario con la industria y la dificultad para monitorizarlo, además de que no se pueda generalizar siempre su uso para las diversas enfermedades.

Gilabert, por otro lado , se refirió al sistema de pago en antirretrovirales, inmunosupresores selectivos y hormona del crecimiento, ha precisado que requieren de un abordaje específico dada la gran variabilidad que supone su aplicación, de modo que se ha fijado un sistema de facturación por medio de una tarifa farmacológica por paciente.

Para los antirretrovirales, por ejemplo, la tarifa sería de 613 euros por paciente al mes para la terapia preventiva, y 1.259 euros para los casos multirresistentes.

Gilabert ha fijado en tres las fases necesarias para garantizar el acceso a la innovación farmacológica: la evaluación, la financiación y su utilización, y ha asegurado que el programa de armonización farmacoterapéutica del Catsalut se propone justamente abordar esas tres tareas.

Por último, el directivo se ha preguntado en voz alta si se dispone de mecanismos válidos de evaluación y de certificación de la calidad de los medicamentos, cómo mejorar la variabilidad clínica y por qué merecen la pena los contratos de riesgo compartido.

En la primera imagen, el director general de Sanitaria 2000, Ricardo López, junto con el especialista Xavier Montalbán. A la dcha., el presidente de Sanitaria 2000, José María Pino, posa con Cristina Contel, presidenta de la Federación Nacional de Clínicas Privadas.

Javier Barbado / Imagen: Pablo Eguizábal. Barcelona
Marc Soler, director adjunto corporativo del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), ha revelado el predominio de condición extranjera y la movilidad como características del colegiado medio que se inscribe en esta institución.

Josep M. Arimany, de la Universidad de Vic-Universidad Central de Catalulña; Francec Cardellach, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona; Patricio Martínez, presidente de Honor de CESM; y Marc Soler, director adjunto corporativo del Colegio de Médicos de Barcelona.


Según precisó, en 2010, el 60 por ciento de los médicos que se inscribieron en la entidad colegial era extranjero, condición que se mantiene en la actualidad seguidos de cerca por los nacidos en la comunidad autónoma. Pero, al mismo tiempo, el registro de salidas del COMB señala a los nacidos fuera de España como el colectivo que se va, por lo general a Suiza, Estados Unidos y Canadá de acuerdo con las estadísticas disponibles y regresa después a su país de origen, en muchos casos ubicado en Hispanoamérica.

Antonio Gilabert junto con Josep Maria Sans, de la Comisión Sectorial de Salud de Esquerra Republicana. A la dcha., Santiago Alfonso, gerente de Acción Psoriasis y miembro del Foro Español de Pacientes.


Asimismo, Soler ha informado de que, en esta entidad, el promedio de edad ronda los 54,5 años en el caso de los varones y el 49,2 por ciento en el de las mujeres en los alrededor de 31.121 colegiados, de los cuales el 63 por ciento son oriundos de Barcelona. Por otra parte, advirtió de que de aquí a diez o 12 años se jubila un tercio de los galenos del COMB.

Núria Segú Ferré, del Partido Socialista de Cataluña (PSC); Javier Martínez, Senior Manager Market Access de Biogen; y Josep
Basora, presidente de Semfyc.


Además, Soler citó datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): España se sitúa por debajo de la media en número de estudiantes de Medicina, por debajo de Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y otros países. En cuanto a los residentes, en Barcelona el 47 por ciento que ha concluido la formación era extranjero según la información del COMB.

Por su parte, Josep M. Arimany, de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña, ha destacado el papel de las cátedras recién creadas como, por ejemplo, la especializada en Tecnología e Información de Salud, así como los convenios firmados con una treintena de países. Según los datos de que dispone esta Universidad, existe una demanda interna de los estudiantes para realizar prácticas en países del Este de Europa.

Por su parte, Francesc Cardellac, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, ha aludido al Foro de la Profesión Médica (formada, entre otras agrupaciones, por la OMC, Facme, la Confederación Nacional de Decanos y la Confederación Estatal de Estudiantes de Medicina -CEEM-) y, conforme a los informes de esta plataforma, ha deducido que "no tiene justificación" suprimir el númerus clausus o límite de entrada para acceder a la carrera de Medicina, ya que, desde el punto de vista del servicio público, las plazas para estos profesionales están cubiertas con el modelo académico actual.

Cardellac ha asegurado que, en buena parte, los médicos egresados son extranjeros, y ha razonado la incongruencia de que se disponga del mismo número de médicos españoles formados y demandados acto seguido para ejercer la profesión: "A lo mejor nos tenemos que plantear que estamos sobrados de facultativos o que no están bien distribuidos", matizó. Y, en este sentido, consideró cuestionable que se creen más facultades de Medicina si el número de médicos es más elevado que la demanda. Javier Barbado / Imagen: Pablo Eguizábal. Barcelona
Los responsables del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat) ahorraron al servicio de salud autonómico alrededor de 250.000 euros gracias a la promoción de ensayos clínicos con nuevos fármacos, ya que su uso permite eludir otras intervenciones más costosas a largo plazo, según ha destacado su responsable y jefe del Servicio de Neurología-Neuroinmunología del Hospital Valld'Hebron de Barcelona, Xavier Montalván.

El jefe del Servicio de Neurología del Vall d'Hebron.

Este dato y otros que confirman el excelente rendimiento de la unidad desde el punto de vista asistencial e investigador se han difundido por medio de una conferencia pronunciada por este especialista durante el I Encuentro de Parlamentarios de Cataluña organizado esta semana en la Ciudad Condal por Sanitaria 2000, grupo empresarial editor de Redacción Médica, con la colaboración de Biogen Idec.

En su alusión a esos ensayos clínicos del Cemcat, unos 27 el pasado año, Montalván precisó que “de alguna forma han sido exitosos y útiles para los pacientes” por lo que merece la pena la inversión que se hace en ellos, que además resulta, en efecto, muy rentable porque permite ahorrar en fármacos específicos una cantidad considerable del presupuesto (la referida cantidad de euros no gastados por el Catsalut).

En su intervención ante el auditorio –formado por representantes de los principales partidos del Parlamento autonómico– Montalbán ha destacado que la profilaxis entra por primera vez en el vocabulario de la esclerosis múltiple, y ha aludido a algunas sospechas aun no demostradas relacionadas con los hábitos de vida durante la adolescencia.

El neurólogo ha mencionado la inclusión del primer psicólogo para el manejo de esta enfermedad en 1990 así como la primera Unidad de Neuroinmunología española en el centro hospitalario en el que trabaja.

Preguntado por la exconsejera de Sanidad de Cataluña Marina Geli, Montalbán ha explicado que, en enfermedades crónicas de baja prevalencia como la que él aborda, necesita que se concentren recursos y, además, se debería disponer de un sistema de compras centralizadas autonómicas y, por otro lado, un método de auditoría periódica a los centros especializados en esta patología.

Sesiones clínicas por la tarde

Por otra parte, Montalbán se ha referido a las nuevas indicaciones de los fármacos para la enfermedad y al control estricto de esta información que se aporta y comunica en sesiones clínicas vespertinas celebradas en contacto con otros centros hospitalarios.
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